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Al hombre viejo, que sentado en su AUTO, con una 45 en la mano, dispara a su tobillo derecho: Referencia circular.

sábado, 16 de febrero de 2008

El Amor de Dios ¿es amor?


¿Es un amor sin cuerpo? ¿Es Platón en la Gloria Eterna? ¿Es tan puro, como simple y espiritual, y finalmente, en consecuencia, tan lejano?

999[i] … "Enamórate y no le dejarás."

Ahora sí: ¿qué diablos debemos pensar de esto? ¿Es posible usar el desprestigiado término "ENAMORADO" hacia ÉL? ¿O estamos mintiendo como tantas veces, cuando hablamos acerca de lo que quisiéramos que fuera?

Para ver a la mujer que se ama,

Nada mejor que verla con los ojos bien cerrados.

Sólo así es posible verla y vivirla

realmente.

Sí, en efecto, a semejante estado de locura se le CONOCE con el nombre de ENAMORAMIENTO, cómo explicarlo, imposible. En su esencia, sólo se percibe como experiencia, por lo que este fenómeno NO es objeto de estudio de la Filosofía, sino de la ciencia de lo que se siente, de la carne, de la materia, de a lo físico, es decir de la FÍSICA, que en exclusiva nos habla de lo experimentable.

Pero: ¿Tenemos la experiencia de DIOS? ¿Hemos sentido a DIOS? ¿Hemos tenido un encuentro personal con Él? Si la respuesta es afirmativa, implica que la Teología debe considerarse como ciencia experimental. Si por el contrario, tu respuesta es negativa y lo amas, entonces confieso que, al 100% te merece lo que promete aquel refrán popular

"Amor de lejos

amor de pen…"

¡No, y mil veces no! Nada más lejano, al contrario: al Amor de Dios nos acercamos por el amor CARNAL, por lo menos esa impresión da la Biblia, un “libro” que podríamos definir como el mayor relato de Amor de todos los tiempos, desde que nos Él nos vio (pensó); Él nos imaginó de unos grumos de arcilla en el paraíso hasta que entremos en el banquete de bodas celestial. Y como decía el de cómputo, para muestra un botón, veamos algunos versos de la Biblia:

Llévame contigo, ¡Corramos!

Condúceme a tus alcobas.

Alegrémonos y deleitémonos juntos.

Celebremos tus amores más que el vino.

¡Con RAZÓN se enamoran de Ti!

La Biblia

Cantar de los Cantares1,4

El amor es así: razón de lo irracional. Tan irracional que solo somos capaces de describirlo, como hechos, como consumación. Así de simple y atrevido lo presenta el Cantar de los Cantares: Lo disfrutamos más que el vino, o incluso: "con más vino".

Razón de lo irracional:

El Logos hecho CARNE.

Veámoslo ahora desde otro enfoque: al hombre que lo toca el Amor y no puede con el, por lo que implica, por el rompimiento con lo anterior mezclado con su dulzura:

Me sedujiste Señor y yo me dejé seducir.

Fuiste más fuerte que yo, y me venciste.

He llegado a ser un hazmerreír todo el día,

Todo el mundo se burla de mí…

Yo me dije:

<>

Pero es dentro de mí como fuego abrazador,

Encerrado en mis huesos;

Me esfuerzo por soportarlo,

Pero no puedo…

La Biblia

Jeremías 20,7 y siguientes

Todo mundo se burla de mí, primeramente yo mismo. Cómo puedo pensar este montón de cosas cursis, cómo puedo cerrar los ojos, prender la música (cerrar los oídos) y salir a la calle, pasear contigo a mi lado, y mucho más que eso: vas encerrado en mis huesos dentro de mí como fuego abrazador; pero al mismo tiempo luchando contra ti, cansado de tratar de ser coherente, y quizá a causa de esto, objeto de burlas y hasta de despido. Quiero cortar, quiero olvidar, quiero cualquier cosa menos quererte; me rebelo y caigo, pero ahí estas Tu quemándome por dentro…

¿Qué es amar? ¿también será indefinible? Mejor dicho solo se define como experiencia, y como experiencia la más concisa y simple de amar es perdonar, pero ¿qué tanto hay que amar? ¿qué tanto hay que perdonar? Sabemos el numerito: “70 veces 7” que es igual a infinito. Aquí tienes otra versión de ese infinito:

"Cuando naciste, el día de tu nacimiento, no te cortaron el cordón, ni fuiste lavada con agua para limpiarte, ni frotada con sal, ni envuelta en pañales. No hubo ojo que se apiadara y te hiciera alguna de esas cosas por compasión; sino que fuiste arrojada al campo, como objeto despreciable, el día de tu nacimiento.

Pasaba Yo por tu lado y te vi retorciéndote en tu propia sangre y, estando aún en tu sangre, te dije: VIVE… Dejé que crecieras como brotes del campo. Creciste y te hiciste mayor hasta alcanzar la madurez femenina: se formaron tus pechos y te brotó la cabellera, pero permanecías desnuda y llena de confusión. Pasé junto a ti, y te vi. Era tu tiempo, tu tiempo de amores. Extendí sobre ti mi manto para cubrir tu desnudez… y llegaste a ser mía. Te lavé con agua, te limpié la sangre y te ungí con óleo. Te vestí con bordados, te calcé con pieles selectas, te ceñí con lino fino y te puse un manto de seda. Te adorné con joyas: puse brazaletes en tus manos, collares en tu garganta, un anillo en tu nariz, pendientes en tus orejas y una hermosa diadema en tu cabeza. Quedaste adornada de oro y plata, vestida de lino fino, seda y bordados. Comías flor de harina, miel y aceite, y llegaste a ser muy bella, digna de la realeza. Se divulgó tu nombre entre las naciones a causa de tu belleza, que era perfecta gracias al esplendor del ornato que Yo había puesto sobre ti.

Pero tú, envanecida por tu hermosura y tu fama, te prostituiste, ofreciendo tus favores a todo el que pasaba, fuera quien fuese. Tomaste tus vestidos e hiciste lugares altos con muchos colores en donde te prostituías, como nunca antes se había hecho ni se volverá a hacer jamás. Con mis adornos de oro y plata, que Yo te había regalado, hiciste imágenes de hombres y te prostituiste con ellas. Tomaste tus vestidos bordados para adornar esas imágenes, mi aceite y mi incienso para ofrecerlos ante ellas.

Tomaste a tus hijos e hijas, los que habías engendrado para Mí, y se los sacrificaste como alimento. ¿Eran poca cosa tus prostituciones, que sacrificaste a mis hijos y se los ofreciste haciéndolos pasar por el fuego? ¿En medio de tus abominaciones y prostituciones, ya no recordabas los días de tu juventud, cuando estas desnuda y llenada de confusión, retorciéndote en tu sangre? …

Haré que dejes de prostituirte, no volverás a hacer regalos. Cuando se haya se colmado mi cólera contra ti, se apartará de ti mi celo. Me apaciguaré y no volveré a enojarme contigo…"

Ezequiel 16, 1 - 43

La historia universal y nuestra vida, a menor o mayor escala, cabe en esta metáfora. No nos queda nada más que hincarnos, en confesión en el Calvario, ante el Crucificado, y decir: Señor mío y Dios mío, contra ti sólo he pecado… El amor más allá de la alcoba solo está en el perdón, en el Calvario; en el dolor mortal de amarte y no tenerte; en la firme espera del banquete de bodas…

999 "Enamórate y no le dejaras."



[i] San Josemaría Escrivá de B.- Camino punto 999

2 comentarios:

Luz María dijo...

Da vértigo leer "El Amor de Dios ¿es amor?". Para ser tan joven como se ve en la foto, es usted, Profesor, demasiado profundo... y guapo. Quizás lo único que no me gustó de su página es la otra foto... ¿es ella el amor de su vida?
Por favor siga escribiendo, estaré ansiosa esperando la siguiente entrega.

Profesor de Ingeniería dijo...

Estimada Luz Maria

Espero que mi corta edad no le haga no leerme. Le agradezco sus comentarios que casi me sonroja.
Al respecto de la otra foto (¡cuidado con las pausas!) buen en realidad uno puede imaginarse a Dios como uno quiera así que ahí me todo con una de esas buenas "imágenes semejantes"

Navegantes